domingo, 1 de septiembre de 2013

Islandia. De Akureyri a Reykiavik

Faro en la Península  Vatnsnes
Desde Akureyri vamos hacia el norte, al fiordo Eyyafjördur. Conducimos tranquilamente parando cada tanto a ver una iglesia, a charlar con unos granjeros de una explotación de vacas lecheras, a ver pájaros en una laguna al lado de la carretera, a visitar un pueblo solitario que desde lejos nos parece bonito...y así hasta que casi al mediodía llegamos a Dalvik. Desde aquí se puede coger un ferry para ir a la isla de Grimsey, en el Circulo Polar Ártico, pero como el día esta fresco y lluvioso pasamos de ir.  Damos una vuelta por Dalvik que básicamente es una calle principal paralela al puerto pesquero y a las fábricas de procesado del pescado. Nos llama la atención la biblioteca, en un edificio moderno con un restaurante acristalado llamado “el rincón canario”. Lo llevan unos chicos canarios que decidieron venirse a vivir a Islandia, cambiar de vida e iniciar un nuevo proyecto, a raíz de un viaje a Islandia. Tienen también otro restaurante del mismo nombre en  Akureyri.


El rincón canario en Dalvik
Pasamos un rato agradable con ellos, nos cuentan su experiencia , sus impresiones, los inviernos sin luz...y como el rato pasa aprovechamos para comer un rica sopa con sabor islandocanario.
Nos dicen que semanalmente hay varios vuelos a Canarias ( no es caro, unos 200 €) ya que muchos islandeses buscan en invierno el sol de Canarias e incluso algunos tiene allí su segunda residencia.

Guapa chica islandesa
Seguimos por el fiordo hasta Olafsfjördur y Siglufjördur dos ciudades con un importante pasado durante la época gloriosa de la pesca del arenque, una industria que duró hasta los años 70.
Salazón de bacalao
Pasamos el recién inaugurado túnel de 3,5 kilómetros hasta Olafsfjördur, paseamos por el puerto que al igual que la mayoría de los puertos que hemos visto en Islandia tiene al lado una fábrica de procesado de pescado. Nos enseñan unos estuches muy bonitos  de bacalao salado para regalar, pero sorprendentemente el precio es bastante mas caro que en España.

Museo del arenque
Museo del arenque


Museo del arenque

En Siglufjördur visitamos los tres edificios del museo del arenque (herring), una industria floreciente a lo largo del s XX y prácticamente desaparecida en la actualidad debido por un lado a que se pasaron con una pesca masiva y casi dejaron el mar sin arenques y en parte por la falta de inversión en una industria que requeria una modernización, por lo que solamente continúan unas pocas empresas que se adaptaron a los nuevos tiempos.
Es un museo muy didáctico que cuenta el proceso completo. En uno de los edificios se recrea el puerto y la pesca, con barcas y montón de herramientas y cachivaches utilizados en los años 50. En otro de los edificios se dedica al ambiente de las fábricas, la limpieza y salado, el envasado, el procesado de la  harina y el aceite del arenque..
Un lugar muy agradable para pasar un buen rato y aprender algo más de este país.
Seguimos por la carretera hasta el punto más septentrional de la isla donde el Océano Atlántico ya es Ártico y casi podemos atisbar al fondo la linea imaginaria del Circulo Polar.
Seguimos ruta por carreteras estrechas en gran parte de grava y  pasando por túneles de varios kilómetros, tan estrechos que apenas cabe un coche y que dan algo de angustia. Hay que saber que uno de los carriles tiene preferencia y el que no la tiene debe dar paso parando en los pequeños arcenes que hay cada tantos metros.
Teníamos previsto hacer un recorrido circular pero a los pocos kilómetros nos encontramos con la carretera cortada, así que vuelta “patras”, túnel va, túnel viene volvemos hasta Akureyri.
Hacia la iglesia de Akureyri
Hace bastante frío pero hoy sí que tenemos ganas de pasear por esta ciudad que es la segunda más grande de Islandia. Vamos hacia el centro, nos sorprenden las escaleras que llevan a la catedral y el ambiente animado de la calle principal. Cenamos en uno de los restaurantes, porque “el rincón canario” cierra los lunes y nos quedamos con las ganas de probarlo.
A la mañana siguiente apuramos unas horas para conocer un poco mejor la ciudad. Su jardín botánico es famoso en el país y la verdad es que resulta increíble que en una ciudad tan fría se puedan exhibir tal cantidad y variedad de flores, al menos por unos meses al año. En la visita comprobamos que esto es posible gracias a la gran cantidad de voluntarios que trabajan en mantener el parque. A lo largo de estos días hemos visto cómo muchas personas, y sobre todo los más jóvenes, salen en grupos para limpiar y cuidar tanto las calles como el mobiliario urbano, parques, etc; suponemos que lo hacen de manera altruista y que así evitan a los municipios una serie de gastos. También entramos en la catedral, que alberga vidrieras modernas con retratos de los obispos y teólogos islandeses; por fin entramos en el centro cultural, de un estilo parecido al de la capital del país.
  Continuamos viaje tras aprovisionarnos en el supermecado Bonus, como ya es costumbre. Pronto aparece de nuevo la lluvia y decidimos acercarnos hasta Hofsós donde según el blog de Islandia 24 que hemos consultado para preparar el viaje, se encuentra una de las piscinas mas bonitas del país.


Catedral de Hólar
Nos desviamos varios kilómetros para ir a Hólar, un pueblo no muy grande que es la sede de un importante obispado y lugar de formación de seminaristas de la Iglesia Nacional de Islandia. 
En Hólar se encuentra la catedral, aunque por su tamaño no lo parezca, más antigua del país, de culto Evangélico Luterano. Es una iglesia muy diferente de todas las que hemos visto hasta ahora, construida en piedra (arenisca roja de los alrededores) y con un campanario en el exterior.  El interior esta lleno de joyas como el retablo del altar mayor (s. XVI) de madera de cerezo, un retablo de alabastro (s.X), la pila bautismal en piedra tallada (sXVII)  que según indica una inscripción se traj desde Groenlandia dentro de un bloque de hielo; una gran cruz de madera, las tumbas de obispos... Una iglesia muy pequeña, sencilla, pero realmente hermosa.
Pila bautismal que llegó de Groenlandia


Sede del obispado de Hólar
Casas antiguas de Hólar
Al lado de la iglesia han hecho una casa de madera que reproduce la antigua sede del obispado, siguiendo el antiguo sistema de construcción, con maderas traídas de Noruega y unidas sin usar clavos.
En Hólar se encuentran también unas casas antiguas con tejado de turba. Podemos visitarlo libremente, al igual que ocurre en muchos lugares públicos en Islandia, ya que las casas están abiertas. Son varios espacios comunicados entre si que cumplen diferentes funciones: cocina, taller, establo..
Seguimos hacia Holfós. No ha parado de llover en todo el día, hace frío y  meterse en la piscina de agua caliente es un placer barato (unos 3 €). No podemos opinar sobre la belleza del lugar ya que la niebla cubría el paisaje y no se veía nada. Hay bastante  gente, pero realmente no me atrevo a afirmar que sea la piscina mas bonita de Islandia.
Piscinas de Holfós
Nos alojamos en una granja junto a la carretera principal, cerca de un pueblo llamado Hvammstangi. La dueña habla inglés muy rápido, pero como se acompaña con gestos logramos entender algo o nos da la impresión de que la entendemos.
Compartimos casa con una pareja de ornitólogos suecos, la mujer es de Ystad, el pueblo en el que vive el inspector Kurt Wallander, personaje de ficción creador por el escritor Henning Mankell  y como a Luis le encanta, le hace tanta ilusión que después de cenar saca la botella de ron que había comprado en el aeropuerto y pasan un buen rato dándole vida a la botella y contando mil anécdotas.
Redil en Península Vatnsnes 
Amanece con sol radiante. Bien!, por fin!. Vamos hacia la península de Vatnsnes por un camino de tierra por el que se circula muy bien. El cielo es azul intenso, brillante y el agua de los fiordos tiene un color esmeralda que impacta. Vamos parando por el camino solamente por ver la combinación de los colores, conscientes de que nuestras cámaras de fotos no pueden captar bien la belleza de estos paisajes grandiosos.
Cuidado! En época de cría los pájaros atacan
En Hvanmstangi se encuentra el museo de las focas, al parecer bastante interesante, pero no entramos, preferimos disfrutar del día soleado.
Pronto encontramos el redil que hay a la orilla del mar y que sirve para recoger las ovejas en septiembre después de haber pasado el verano sueltas en los campos.
Más adelante podemos acercarnos a varios lugares desde los que se ven focas, blancas y negras, repantingadas, tomando el sol, casi sin moverse. Son grandes colonias pero están a bastante distancia de las zonas accesibles y como nuestras cámaras de fotos no son buenas, las fotos nos salen mal.
Dormimos en el HI de Borgarnes, está lleno, parece que todo el mundo se queda aqui. Salimos a pasear por el pueblo y a las 12 de la noche vemos una impresionante puesta de sol en el fiordo de Borganes.
Madrugamos para ir a Reykiavik. El viaje se acaba, a las diez de la mañana tenemos que devolver el coche. Nos liamos un poco en la entrada y llegamos con el tiempo justo, en total hemos hecho unos 3050 km en 12 dias de viaje, no está mal!.
Escultura en Reykiavik
Nuestro vuelo, como la mayoría, sale hacia medianoche; nos queda todo un día para pasar en Reykiavik. Alquilamos una habitacion en la guesthouse Igdlo, no muy lejos de la estación de autobuses BSI, para dejar las maletas y tratar de dormir un poco. Paseamos por Reykiavik, volvemos a comer en un restaurante que nos gustó el primer día (el Reykiavik Restaurant), nadamos en una piscina climatizada, descansamos y a las 10 de la noche cogemos el bus para ir al aeropuerto de Keflavik ( cuesta unos 12 € y tarda una hora).

El descubridor islandés de América 
A la una de la madrugada salimos hacia Hamburgo. Luis se queda unos dias más por Alemania y Polonia y yo sigo hasta Barcelona.
Y con esta entrada este viaje se acabó, aunque el pais creo que merece una segunda visita.

Otros artículos sobre Islandia:
1.- Recién llegados a Islandia
2.- Por el sur de Islandia
3.- Círculo Dorado 
4.-  Vatnajökull el mayor glaciar de Islandia

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